Mentiras...*

Piensas que una mentira lo solucionara todo, que es lo que se dice una mentira piadosa, que es para mejor, así nadie tiene que sufrir, la realidad, una vez que comienzas a mentir no puedes parar. Puedes intentar olvidar que algo se dijo, puedes mirar a otro lado y fingir, pero las mentiras comienza a tomar parte de tu vida y llega un momento en que son tantas que no sabes como empezó todo.

Pensareis que exagero, pero lo cierto es, que mentir es muy cómodo, le dices a la persona lo que quiere escuchar, ella es feliz y tu también, se acaban los conflictos y las complicaciones, lo malo de esto es, que nada dura eternamente y las mentiras duran menos aun y al final, estas envuelto en tal red de falsedad, que ni siquiera sabes quien eres.

Si tener 20 años ya es difícil, si la presión de la sociedad, la universidad y tus padres no es asfixiante y por si fuera poco no estas muy segura de que persona eres o deberías ser, añádele vivir una mentira, ¿La solución? Una auténtica bomba apunto de estallar.

Aunque la bomba estalle y eso no lo dudéis nunca, porque tarde o temprano lo hace, ¡Seguimos igual! Es irónico pero nos estalla todo en la cara, lo pasamos fatal y a la mínima de cambio volvemos a mentir con el inútil pensamiento de que no volverá a suceder. Sabéis que es lo que más me fastidia, en serio, me repatea y mucho, que no empezamos a mentir a los demás, el momento en el que el marcador comienza la cuenta atrás, es aquel en el que empezamos a mentirnos a nosotros mismos y a fingir que todo esta perfecto, sabiendo que nadie es perfecto porque el mundo no lo es y no tenemos que esperar que lo sea. Las mentiras son solo muros imaginarios que ponemos cuando algo no nos gusta, sin saber, que la verdadera belleza está en amar incluso aquello que detestas.