Toda mi vida me han dicho lo que he de hacer y como hacerlo, y todo para ser la mejor, ser extraordinaria, pero en un ámbito normal, claro. Pensareis que en estos momentos me contradigo, pero, ni mucho menos, solo explico una realidad. La cosa es simple, ser la mejor siendo norm
al, entonces es cuando viene a mi cabeza la pregunta, ¿Qué tiene de malo ser diferente? Sinceramente, NADA.
al, entonces es cuando viene a mi cabeza la pregunta, ¿Qué tiene de malo ser diferente? Sinceramente, NADA.No se si me explico correctamente, al decir que lo diferente asusta, cuando algo se sale de aquello para lo que hemos sido educados, lo rechazamos, y no es precisamente porque sea malo, es simplemente diferente. Y todo por qué, porque tenemos tan arraigada a nuestra forma de ser lo que debe o no ser normal, que nos convertimos en unos borregos con cabezas cuadradas.
Si Dios o quien nos haya puesto aquí, hubiese querido que fuésemos iguales, tendríamos una misma lengua y seriamos clones unos de los otros, pero somos diferentes. Las personas tienen gustos semejantes, pero, ¿Dónde está el límite entre lo que es normal y lo que es diferente? y mejor aun ¿Por qué nos empeñamos en ser normales cuando precisamente son las diferencias que existen entre nosotros las que determina quienes somos?
Ser diferente no es malo, tener personalidad no es malo, porque precisamente son las personas diferentes, Hna. Teresa de Calcuta, Ghandi, Martin Luther King... Las que han movido el mundo, las que verdaderamente merece la pena conocer...
Escribiendo: Una chica diferente, en un mundo que se vuelve por momentos más estático y monocromático.
