jueves, 22 de abril de 2010

Deseando libertad...*


Enjaulada, esa es la palabra, como un trofeo, como una mera posesión, en una prisión considerada perfecta, si es que alguna puede serlo, aunque, eso no quita el hecho de que me sienta como me siento. Que soy la culpable de todo, que he decepcionado a muchos y que tengo algo en el pecho que no me deja respirar.

Me encantaría ser libre, poder ser enteramente yo, sin restricciones, sin miedos, sin nada que me impida gritar o reír hasta que no pueda más. Estaría bien, aunque solo fuese por un día, no pensar en nada, hacer cuanto quieres y del modo que quieres, decir lo que sientas y no mirar nunca atrás, ser aceptada por lo que eres, pero, ante todo no ser juzgada, por cometer errores, que simplemente vean que eres humana.

Ahora toca despertar y volver a la realidad, ya que, al final del día solo estoy yo, enjaulada en una cárcel de cristal, viendo los días pasar, soñando despierta y con algo en el pecho que no me deja respirar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario