domingo, 21 de noviembre de 2010

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Cierro la puerta y me pongo a llorar, se me da bien mantener las apariencias, ser fuerte ante los demás, quizá me encierre en mi misma, quizás solo necesite desahogarme y puede que mis maneras no sean las adecuadas, pero lo único que me libera es escribir.
Lo que ellos no saben es que mientras escucho sus risas yo lloro en silencio, no os vayáis a equivocar, quiero que ellos se rían que se lo pasen bien y ese es el motivo principal de este sin sentido que va a llevar a la locura.
Estoy sumida en el silencio, por no preocuparles, para que no vean mi debilidad o sencillamente porque no quiero que estén mal por mi cuando tienen muchos mas problemas en los centrarse. No me gusta ser una carga, soy más bien de esas que les gusta escuchar e intentar solucionar los problemas de los demás. Soy como un animal en libertad que cuando intentas acorralar sale huyendo despavorido pero hacia el lado contrario. Las lágrimas se derraman por mis mejillas mientras escribo estas lineas y me siento mal porque puedo parecer fría, distante, pero eso es porque con dos palabras mas me desbordaría. Soy rara, lo se y no espero que la gente me comprenda, solo siento como si la gente hiciese un mundo y yo no estuviese en el. Bueno, serán imaginaciones mías y estoy segura de que aunque hoy todo este oscuro, mañana, quien sabe, mañana puede ser un gran día y sino tendré que mejorar mi disfraz.

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