domingo, 13 de diciembre de 2009

Soledad...


Nunca has estado rodeada de un montón de gente, pero aun así estas solo.

Sola, desanimada, sin fuerzas y aun peor sin ganas, porque si querer es poder, definitivamente no puedo. Demasiados días grises últimamente, pocas alegrías y llantos de media noche, ojos hinchados y un alma hecha pedazos. Sentir que ya no es solo tu corazón sino tu alma la que se esta fragmentando poco a poco... ¿ Qué, qué es lo que se siente? Nada, no se siente nada, es como cuando te desangras, conforme te vas quedando sin sangre pierdes la fuerza, hasta que solo quieres dormir y descansar en paz.

Mi alma tenia un escudo que se hizo añicos con cada golpe tuyo y ahora tan sola y vulnerable se cae a pedazos sin ninguna voluntad, pero con infinitas razones.

Sola entre una multitud, intentando guardar las apariencias, pareciendo fuerte y feliz a la vista de todos, como si nada me afectase, como si nada me dañara, aunque soy demasiado buena en mi papel y ellos jamás descubrirían la cruda realidad, que tengo un alma fragmentada, que me quedé sin fuerzas y que, inútilmente, intento sostener los pedazos de algo que lentamente me desgarra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario