jueves, 26 de noviembre de 2009


La vida de una persona puede cambiar en un simple segundo, es muy fácil decirlo y aun es más fácil que suceda. En un segundo puedes pasar de la persona más feliz del mundo a la más desgraciada, en un segundo puedes ver como algo se desmorona, en un segundo puedes sentir cosas que jamás imaginarías, en un segundo puedes ver, que una vida juntos ya no significa nada.

Lo peor es que... NADA SUCEDE EN UN SEGUNDO.


Nos engañamos a nosotros mismos pensando en esas cosas, a las preguntas ¿Por qué me dejo? ¿Cómo puede ser que no me hable? ¿Cómo es posible que haya hecho eso?... Contestamos "No lo se, estaba bien y en un momento todo cambió. La palabra es ingenua, ingenua al pensar que no estaba mal desde hacia ya tiempo, ingenua al no querer verlo y aun peor ingenua al no solucionarlo a tiempo, porque una vez que la bomba explota, estamos perdidos.


La vida es acción, reacción y repercusión, nuestras elecciones nos llevan a más elecciones y obtenemos las consecuencias de las mismas, la pregunta importante aquí es ¿Qué elegimos? y ¿Cómo elegimos? El corazón es algo que no suele fallar y si, aun así lo hace al menos no te quedará remordimiento de conciencia y no se dirá que al menos y de seguro que por más de un segundo intentaste hacer lo que sentías.


Solo recuerda algo de lo que yo ya me di cuenta...


NADA CAMBIA EN UN SEGUNDO